¿Cómo afecta el desequilibrio entre el desarrollo industrial del norte y la economía agraria del sur al progreso nacional?

Bien, el desequilibrio que existe entre el desarrollo industrial del norte y la economía agraria del sur supone profundas consecuencias en el desarrollo nacional. Esto se observa en los países que están más desarrollados donde la existencia de la desigualdad de regiones se convierte en una causa de desigualdades en las tasas de crecimiento, en productividad y de la economía en general.

Viendo una perspectiva de políticas públicas, esta asimetría de hecho adquiere el nivel de una redistribución de recursos profunda y relevante. Normalmente, los gobiernos al medir rentabilidad de la inversión en infraestructura, educación y servicios, por su tipo de desarrollo, optan por hacerla en las áreas más productivas, mientras que las áreas rurales quedan en absoluta desventaja con respecto a estas mismas dimensiones. Esto crea un círculo vicioso de la falta de oportunidades en el sur, que empuja a la migración al norte, pero a su vez potencia el despoblamiento rural y la urbanización forzada. De ahí que solamente se alimente un círculo vicioso de tipo social y económico. 

Asimismo, la mencionada brecha regional puede erosionar la cohesión nacional. Diversos niveles de vida y oportunidades terminan generando tensiones sociales y tensiones políticas que obstaculizan los acuerdos estratégicos para el desarrollo equilibrado. Por lo tanto, todo esto llega a una conclusión, la cual es que estas desigualdades y desfases provocan una limitación con respecto a países compitiendo a nivel global, pues tiene una potencial económico y una parte de población sin explotar. 

Por otra parte la productividad de las regiones industriales del norte suelen tener bajas tasas de desempleo y sueldos más elevados debido a que la innovación, comparada con el sur agrario, es mucho más alta y se integra fácilmente a los mercados internacionales. Esto coloca en una situación ventajosa el norte industrial frente al sur agrario. Ya que la dependencia de esta última a actividades primarias inhibe la diversificación y variación.

Por tanto, vemos que este desfase existente entre el norte y el sur no solo constituye un dilema en el ámbito económico sino también afecta a la cohesión social y a la propia evolución de un país, pues estas reducen la capacidad competitiva de un país en la economía mundial. Una solución que podria ser de gran ayuda sería elaborar políticas integradoras que generen industrialización y diversificación económica en el sur. 

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