Isabel II: La Reina entre Crisis Políticas y Económicas

Isabel II de España (1830-1904) fue una monarca que cuyo ascenso al trono genero problemas políticos, guerra y los desafíos económicos. Hija de Fernando VII (1784-1833) y María Cristina de Borbón, la muerte prematura de su padre generó un ascenso al poder más rápido. Destacar, que la Reina Isabel II se enfrentó a conflictos internos y a gobernar un país que atravesaba una grave crisis económica.

La llegada al trono

Tras la muerte de su padre, Fernando VII en 1833, Isabel se convirtió en reina a los tres años. Quiero señalar que debido a su minoría de edad hubo dos regencias, la primera por su madre María Cristina (1833-1840) y la segunda a manos del general Espartero (1840-1843), y fue en 1843, cuando con 12/13 años fue declarada mayor de edad y tomo las riendas de la corona hasta 1868. La causa de su ascenso fue la promulgación de la Pragmática Sanción de 1830, una ley que derogó la Ley Sálica, que excluía a las mujeres de reinar. Esta reforma fue importante, ya que reconoció a Isabel como heredera directa del trono en lugar de a su tío Carlos María Isidro, quien también aspiraba a la corona.



El cambio de la Ley Sálica fue polémico y fue uno de los primeros factores que desencadenó el conflicto entre los isabelinos (seguidores de Isabel) y los carlistas (seguidores de Carlos). Este enfrentamiento se denomina las “Guerras Carlistas”, una serie de conflictos bélicos que dividieron al país desde 1833 hasta 1876, cuando termina la Tercera Guerra Carlista.




Las Guerras Carlistas

Las Guerras Carlistas (1833-1876), no solo fueron una lucha por el poder dinástico, sino también una serie de disputas sobre el modelo de Estado que debía gobernar en España. Los carlistas, que apoyaban a Carlos María Isidro, defendían una monarquía absolutista, mientras que los isabelinos, apoyados por liberales y progresistas, querían una monarquía constitucional.



Durante los primeros años del reinado de Isabel II, la guerra fue devastadora, y los enfrentamientos entre ambos bandos se extendieron por todo el país. Las Guerras Carlistas no solo enfrentaron a los diferentes sectores de la sociedad española, sino que también profundizaron las divisiones regionales, siendo los carlistas más fuertes en el País Vasco y Navarra, mientras que los isabelinos se apoyaban principalmente en Castilla. A pesar de los grandes desafíos, los isabelinos lograron imponerse, aunque la guerra y la inestabilidad política continuaron durante varias décadas. 

 

La economía durante el reinado de Isabel II

La economía de España en tiempos de Isabel II fue una de las grandes dificultades de su reinado. La crisis fiscal fue uno de los principales retos para la monarquía, agravada por las guerras carlistas y la deuda acumulada de la guerra de independencia. España se encontraba con un déficit de ingresos y una economía retrasada, con una agricultura muy tradicional, que aún no se había modernizado. Además, el país no pudo aprovechar plenamente las revoluciones industriales que estaban transformando el resto de Europa.

El problema fiscal de la monarquía fue tan grave que el gobierno recurrió a la emisión de deuda y a los préstamos extranjeros. La inflación también aumentó debido a las políticas fiscales restrictivas, lo que provocó una mayor carga para las clases bajas, ya afectadas por las crisis económicas. Isabel II intentó aplicar reformas económicas como la modernización del sistema de infraestructuras (como el ferrocarril), pero estas reformas fueron insuficientes debido a la magnitud de los problemas estructurales.

Durante su reinado, también hubo un crecimiento de la industria textil en algunas regiones, pero la industrialización en España estuvo muy por detrás de otros países europeos como Inglaterra o Francia. La economía española siguió siendo principalmente agraria y centralizada, lo que impidió el desarrollo de un mercado interior fuerte. A pesar de estas dificultades, algunos intentos de reformas fiscales y el impulso de nuevas infraestructuras fueron parte del intento de modernización que caracterizó la segunda mitad del siglo XIX. 

En definitiva, el reinado de Isabel II estuvo marcado por la división dinástica y las Guerras Carlistas, pero también por profundos problemas económicos que afectaron tanto la estructura del Estado como la vida diaria de los españoles. A pesar de la promulgación de la Pragmática Sanción, que permitió que Isabel fuera reina, y los intentos de modernización, España seguía atrapada en un ciclo de inestabilidad política y crisis económica.

Isabel II se vio atrapada entre las tensiones de una guerra civil interminable y una economía que no lograba despegar. Si bien algunos de sus esfuerzos por modernizar España a través de las reformas económicas y de infraestructura son reconocidos, las dificultades estructurales del país se mantuvieron durante todo su reinado, y su salida del poder el 30 de septiembre de 1868 con la “Revolución Gloriosa” reflejó el agotamiento de su monarquía.

Algunos están en contra de ella y otros a su favor, pero lo cierto es que su reinado paso a ser una pieza fundamental de la historia de España, marcada por la lucha dinástica, los conflictos sociales y la profunda crisis económica que definieron la España del siglo XIX.




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