El Auge de SHEIN: El Fast Fashion y su Relación con la Recesión Económica
En los últimos años, la marca de moda china SHEIN ha experimentado un crecimiento extraordinario , convirtiéndose en una de las compañías de fast fashion más grandes y populares del mundo. Desde su fundación en 2008, SHEIN ha revolucionado la industria de la moda, ofreciendo prendas de ropa a precios increíblemente bajos, con una velocidad de rotación de productos que parece desafiar las expectativas tradicionales del mercado. Estos bajos precios vienen con una baja calidad, la cual parece ser secundaria para el consumidor actual.
El auge de SHEIN denota un cambio en las tendencias de consumo, y como suben las ventas de artículos baratos a nivel exponencial durante la recesión: el consumidor compra más de lo que haría normalmente, atraído por los bajos precios, pero también por la necesidad de consumir para mejorar su ánimo, lo conocido como retail therapy (terapia de compras).
El modelo de negocio de compañías como SHEIN, Temu y Aliexpress se adaptan a las condiciones económicas difíciles, como las recesiones, que reducen el poder adquisitivo de los compradores.
El éxito de SHEIN en específico es similar al crecimiento que experimentó Zara, otra compañía de ropa fast fashion: sus precios bajos, la gran cantidad de nuevas colecciones que salen a la venta, la velocidad de entrega, etc. Sin embargo, SHEIN opera a una mayor escala, ya que se distribuye mediante una aplicación destinada a facilitar la compra, y realizar la entrega lo antes posible.
También cabe destacar el papel de la digitalización en el auge de la compañía: su éxito no sería posible sin la amplia cadena de proveedores que la soportan, la capacidad de ordenar online y la popularidad de esta en las redes sociales. Tik Tok, Instagram, y otras han introducido la compañía a los usuarios de estas redes, y han sido clave para su extensión, pues incluso en periodos de dificultad económica son capaces de aumentar su beneficio.
El auge de SHEIN y otras marcas de fast fashion es, sin duda, un reflejo de un entorno económico donde las restricciones de gasto y la búsqueda de alternativas económicas predominan. En tiempos de recesión, los consumidores recurren cada vez más a opciones de bajo costo, como el fast fashion, para satisfacer sus necesidades de ropa. Sin embargo, este fenómeno también está acompañado de desafíos ambientales y laborales que podrían poner en peligro la sostenibilidad de la industria a largo plazo.
A medida que la economía global sigue fluctuando, la pregunta es si los consumidores seguirán priorizando la cantidad sobre la calidad y si marcas como SHEIN podrán mantenerse como líderes de la industria en un mundo cada vez más consciente de sus impactos ecológicos y sociales. Para las empresas de fast fashion, la clave del futuro podría residir en encontrar un equilibrio entre la accesibilidad económica y la responsabilidad ambiental.
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